Hoy hace un dia gris, no muy frío pero sí húmedo, por la noche llovió un poco. Me he levantado a las 10, y después de desayunar me siento ante el ordenador y escribo un poco. A mi derecha tengo una ventana desde la que veo el bosque que sube en pendiente bastante pronunciada. En primer plano, un manzano en plena hibernación, pelado de hojas, con bastante liquen en sus ramas desnudas, las escaleras que suben hacia el depósito de agua, y el bosque en sí mismo, verde oscuro, perenne, espeso ... A intervalos irregulares, un penacho de humo de la chimenea de la planta baja tiñe el aire de gris azulado ...
Nuestra celebración de las campanadas: tranquila, pacífica, no etílica; antes de medianoche estuvimos mi señora, la mamá de mi señora y un servidor, más tres gatos soñolientos, a la vera de la chimenea, viendo el show de José Mota, con algunos gags divertidos, que ponían de buen humor; el mejor, el de "Un Papa americano" (si algún ocasional lector lo ha visto, sabrá a qué me refiero). Nuestros hijos, con su propia diversión a cuestas, seguramente bien diferente de la nuestra, saboreándola a grandes sorbos, bailando y gastando las primeras horas de 2011. A las 12 en punto, iniciamos el ritual: uvas peladas (en conserva), y una copa de sidra (últimamente hemos sustituído el cava o champán por la sidra, nos gusta más y apenas lleva alcohol); los brindis de rigor, y la esperanza latente y apenas verbalizada de que el nuevo año nos dé un poco de tregua en la crisis galopante que atravesamos todos. Después, la mamá de mi señora se va a dormir y nos quedamos a ver una "peli" en el DVD: "The Wicker Man" ... Sólo repetiré un comentario que mi señora recuerda que alguien le hizo: "Para ver una buena película, hay que ver 20 películas" ... Y esa no era la buena, qué se le va a hacer ...
Os dejo una foto del manzano pelado, con un gato trapecista encima ("Kuki", uno de los tres que se me han muerto este maldito 2010)
Y eso es todo amigos. Voy a darme la primera ducha del año.
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